Me fascina leer. Recuerdo, cuando pequeña, mis padres me llevaban a paseos por diferentes puntos de la ciudad, a veces la playa, a veces la campiña, a veces eran largas caminatas o exploraciones por los bellos pueblecitos de la sierra limeña. Cada vez que viajaba cargaba con mis libros. Llevaba conmigo una mochila pequeña y por lo menos dos o tres libros. Otros niños cargaban con pelotas, las niñas con muñecas, yo con libros... siempre me senti una marciana por ello.
Los libros eran mi escape de la realidad. Imaginariamente viajaba a los distantes palacios y al lado de Scheherazada, escucha las historias de las Mil y Una Noches, a veces Dante Alighieri me asustaba con sus descripciones del infierno en La Divina Comedia, y otras veces me dormia soñando con algun dia conocer a mi Dartañan... y años mas tarde, no tengo a uno de los tres mosqueteros, pero llevo una vida, medianamente feliz, llena de hermosos sueños que se iniciaron una tarde sentada al lado del rio en Santa Eulalia, con alguno de mis libros favoritos entre mis manos.
2 comments:
Qué delicia tu post!
Navegar por las historias fascinates de los libros es lo más maravilloso que puede existir...
Yo tambien era de esas marcianitas pero ahora lo agradezco...
Saludos del planeta tierra querida Diva... =)
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