Luego de una sobredosis de te verde, que verdaderamente me ayudo en algo con esto de las alergias, al fin me siento con ganas de escribir algo.
Pues resulta que esta mañana, no tenia pan, ni ganas de ir a comprar pan, asi que rebuzque en la alacena por algo comestible para acompañar mi taza de te y mi yogurt mañanero y solo encontre pan duro. Un poco desanimada, mire para un lado, mire para otro y... zas! Se me encendio el foco. Tome el pan viejo, lo corte en rebanadas, lo puse en una sarten con algunas gotas de agua esparcidas sobre la superficie y cubri el recipiente con una tapa de olla pequeña (tiene que estas cubierta totalmente) encendi el fuego muy bajo, y en unos diez minutitos, las tostadas mas deliciosas, crocantes, y tibiecitas que habia probado en mucho tiempo estaban listas.
Y es que despues de haber vivido entre tostadoras, waffleras, hornos a microondas y de conveccion, habia olvidado esta vieja delicia que mi abuela preparaba. Las tostadas calientitas, untadas con mantequilla y/o mermelada, son riquisimas, como para levantarle el espiritu a cualquiera, ademas de extender el sencillo en la monedera por algnos dias mas....
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