Como te ven te tratan. Asi decia mi abuela. Y yo, como la rebelde que siempre he sido, no le hacia caso. Yo queria hacer lo que yo queria, incluso, vestirme como yo queria. Pero la vida y la experiencia me ha demostrado que lamentablemente, vivimos en una sociedad que confirma la afirmacion de mi abuela.
Hace unos dias fui a una empresa a preguntar por un problema que tenia con un telefono celular que no funcionaba apropiadamente. Iba vestida con la ropa de diario, es decir nada espectacular, unos jeans una blusa sencilla el cabello recogido y casi sin accesorios. La joven que me atendio me pidio que me identificara, me explico que me iban a reemplazar el telefono pero que tenia que demostrarles que devolveria el defectuoso, de lo contrario me cargarian 500 dolares. En ese momento no llevaba conmigo un documento adicional que ella me pidio asi que le dije que regresaria al dia siguiente. Cargada ya con el documento, y esta vez mejor vestida y arreglada pues iba a salir con mi hija despues de esta cita, regrese a la tienda. El joven que me atendio esta vez me recibio muy amablemente, no me pidio el documento que me habian hecho traer ni siquiera me pidio identificacion. Inmediatamente proceso el pedido y me dijo que el nuevo telefono arribaria en una semana. Mi abuela tenia razon.
No creo en vivir una vida superflua, ni de gastar millones en vestirme y arreglarme. Todo esta, creo yo en, de acuerdo a la ocasion, arreglarse mas o menos. Para una entrevista de trabajo, para ver a una persona por primera vez o despues de tiempo, invertir unos minutos mas frente a un espejo, parecen alterar la perspectiva favorablemente. Todo depende de que efecto buscamos conseguir.
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