Los Angeles, California
Toda mi vida he vivido en zonas sísmicas altamente activas. De niña viví uno de los más grandes
terremotos que sacudió el Perú, el terremoto de Ancash de 1970. La magnitud fue de 7.9 en la escala de
Richter. La devastación fue extensa. Cerca de 80,000 personas perdieron la
vida. Yo vivía en Lima y algo recuerdo
del pánico que invadió a mi familia.
En 1974 vivimos otro terremoto, de una intensidad de 8.0 que si bien no sorprendió
a la población ni causo destrucción de la manera que el del 70 hizo, igual
causo pavor, especialmente por sus 90 segundos de duración.
Mi familia y yo hemos revisado sin cansarnos los pasos
a realizar en caso de un temblor, sin embargo, anoche, cerca de las ocho de la
noche un fuerte sacudón nos tomó de sorpresa:
primero fue el sacudón inicial.
3.6 dijeron los servicios de monitoreo y es que el epicentro está a solo
3 kilómetros de donde yo vivo. El
segundo movimiento fue ya de mayor intensidad:
5.1. Este ya causo algunos daños:
platos y botellas rotas, shampoos vaciados, algo de pintura se desprendió, pero
nada mayor.
Anoche, al acostarnos, volví a revisar los puntos a
tener en cuenta cuando sucede un temblor de regular intensidad:
·
Tener un plan de escape: tener un punto de encuentro,
saber qué puntos de la casa son los más resistentes con menos riesgo de daño (no vidrios no segundo piso,
etc.)
·
Saber ubicar la mochila de emergencia (con medicinas, víveres
y algo de abrigo para unos días). Saber
ubicar contenedores de agua en caso de que las redes de agua colapsen.
·
Al acostarse, tener un par de zapatos de suela solida
(para poder salir de la habitación en caso de que hayan vidrios en el suelo)
·
Tener mi bolso con las llaves del auto, una monedera
con algo de dinero medicinas y lentes listos en caso tenga que salir rápido.
·
Dejar la luz del pasadizo encendida para así poder ver
por donde salimos, si es que el temblor nos agarra en medio de la noche. Tener también una linterna con baterías en
caso de que la luz se haya ido.
·
Tener el celular cerca y cargado completamente. (El automóvil también deberá tener un cargador
de celulares en caso de falta de fluido eléctrico).
·
No cerrar la puerta de la habitación
completamente. A veces el movimiento
remece los marcos de las puertas y estas pueden quedar trabadas impidiendo el
escape.
·
Y la última es una recomendación personal, que siento
me da algún sentido de tranquilidad si algo realmente grande sucediese: cargar
un elemento valioso que pueda cambiar por medicinas/comida/agua, en caso de extrema necesidad. Esto puede ser un anillo, aretes, algún
dije. Simple precaución.
Estas medidas se pueden
tener en cuenta, especialmente los primeros días después de un temblor
considerable. Las medidas que uno puede
tener regularmente es establecer una ruta libre de obstáculos, especialmente si
uno vive, como yo, en una zona sísmica activa; mantener una mochila de emergencia, revisar regularmente el plan de escape.