Al dia siguiente del terremoto en Japon, aquel del maremoto y de el accidente nuclear que sumieron el pais en la catastrofe total, senti una urgente necesidad de orar. Y en casa, con mi peque~ita robando mi atencion a cada minuto, con las distracciones de los quehaceres diarios, la television, facebook y otros vicios, me era imposible concentrarme.
Asi que decidi tomar un bus y me fui al Parque Maria Reiche, aqui en Miraflores. Me sente en una banca frente al acantilado y ore. Todo era tranquilo, la brisa marina llenaba mis pulmones de un frescor reconfortante. Una que otra criatura asomaba las cercanias del banco en el que estaba, pero todo estaba en armonia. Y mi corazon se unio con el de miles de personas que esperaban que la serenidad, la resignacion y algo de paz llegue al corazon de nuestros hermanos japoneses.
El Parque es muy lindo, muy bien conservado. Es tranquilo, con areas para ni~os con juegos, amplias zonas para hacer jogging, o montar bicicleta. Durante las semanas es bastante tranquilo, los fines de semana no lo es tanto pero es igual de hermoso.
El Parque es muy lindo, muy bien conservado. Es tranquilo, con areas para ni~os con juegos, amplias zonas para hacer jogging, o montar bicicleta. Durante las semanas es bastante tranquilo, los fines de semana no lo es tanto pero es igual de hermoso.
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